10 marzo, 2010

Observatorios culturales: informe para el debate

Gestióncultural.org, boletín electrónico del Portal Iberoamericano de Gestión Cultural ha publicado un informe sobre el desarrollo de los Observatorios Culturales. Hay además un artículo sobre el Mapa Cultural de la Provincia de Valencia, España, del cual se dice:

Este producto supone, en la práctica, una herramienta de primer orden para el análisis cultural territorial y parte, metodológicamente, tanto del concepto de observatorio como del de mapa cultural, con una vocación de actualización constante de la información agrupada en torno a una concepción integral de la cultura.”

Nuestro blog se ha ocupado varias veces de los Observatorios y Sistemas de Información Cultural así como de los mapas culturales entendiendo la importancia de estas herramientas de gestión cultural. Fenómenos que, aunque heterogéneos, podían considerarse como íntimamente vinculados.
Publicamos entradas sobre el Sistema de Información Cultural de Chile, el Mapa Cultural de Puerto Rico, el Sistema de Gestión e Información de las Conferencias Iberoamericanas de Cultura, el Sistema de Información Cultural de la Argentina, el Laboratorio de Industrias Culturales de la Provincia de Jujuy (Argentina), o el Catálogo Digital del Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
El informe Nuevos Retos de los Observatorios Culturales firmado por Cristina Ortega y Roberto San Salvador del Valle aporta una mirada sistémica absolutamente necesaria.
Desde lo metodológico el informe destaca la falta de una definición única del fenómeno priorizando aquellos que integran alguna de las diversas redes dedicadas al tema. Algunos datos y conceptos a destacar:
- Los observatorios surgen en Europa hacia fines del siglo xx aunque ya había experiencias anteriores a 1970 asimilables al concepto Observatorio Cultural; el 55% de ellos está ubicado en ese continente y el 36% en América.
- Se trata de un “escenario que se va modificando constantemente”. Y en este sentido, agregamos nosotros, es de esperar que estas modificaciones se aceleren a partir del crecimiento del ancho de banda y la velocidad de conmutación entre routers que anuncian las empresas del sector informático.
- Surge de la necesidad de sistematizar la información parcial existente convirtiéndola en una de carácter más global.
- Su objetivo principal es facilitar la transferencia y el acceso a la información y el conocimiento. Esto, claro está, en el marco del paradigma de la sociedad del conocimiento.
- Facilitan la toma de decisiones con vistas al buen gobierno de la cultura. Sin hacer una cuestión semántica nos parece preferible hablar del buen gobierno de las administraciones culturales y de la gestión de la misma. De hecho, en varios párrafos, el informe lo refiere a las políticas culturales.
- Ubica los nuevos retos de los observatorios culturales en torno a los vertiginosos cambios que se están produciendo en los fenómenos asociados al: tiempo, los rasgos sociodemográficos, la esfera socioeconómica, el ámbito sociopolítico y los mestizajes identitarios.
El informe incluye una serie de consideraciones sobre el comportamiento del público frente al consumo cultural así como a los valores implícitos en las opciones culturales de las personas que vale la pena leer cuidadosamente.
Desde la Argentina – y toda Sudamérica, supongo – debiéramos incorpora al debate una serie de aspectos geoculturales, entre ellos el referido al tiempo.
Es cierto que los profundos cambios políticos, sociales y tecnológicos ocurridos a partir de la implosión del estado soviético han alterado, en lo substancial, la relación tiempo espacio. Pero no es menos cierto que en nuestros países conviven tiempos disímiles y no sólo entre las grandes urbes y los espacios rurales. Definitivamente nuestra multiculturalidad incluye también al tiempo.
No son los mismos tiempos organizativos ni valorativos los del carnaval como producto turístico que los de las comparsas familiares de la quebrada de Humahuaca por sólo citar un ejemplo.
En nuestras tierras a los retos listados en el informe que venimos citando debemos incorporar una consideración más profunda sobre los particularismos locales y su articulación con la cultura global. Lo contrario sería condenar nuestras creatividades populares al mero ejercicio de la copia o condenarlas a un atavismo sin destino.

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