07 julio, 2008

¿Qué es tener política cultural?

Juan Sánchez Sánchez, miembro de la Real Academia de Bellas Artes y CC. Históricas publica en el ABC.es una nota titulada: ¿Política Cultural en Toledo?
Por cierto no vamos a opinar sobre la naturaleza misma del debate cuyos detalles conocerán mejor los habitantes de Toledo.
Pero sí nos parece interesante el contrapunto que el autor hace sobre la naturaleza misma de las políticas culturales.
Dice el autor, refiriéndose a los acuerdos políticos logrados en el poder legislativo local:

Pero, lamentablemente, estas medidas forman parte de una lista como propuestas aisladas, y no aparecen vertebradas en ninguna política cultural coherente y planificada.

Analiza también críticamente la propuesta electoral del gobernante PSOE citándola:

«Como opción de horizonte de trabajo giraremos en torno a un gran acontecimiento cultural de alcance internacional: El Greco, IV Centenario, que se celebrará en el año 2014, para lo cual instaremos a los Gobiernos de Castilla-La Mancha y, también al de España, la constitución de la Sociedad para la celebración de los Actos conmemorativos del IV Centenario». Construir el Centro Regional de Expresión Artística y de la Música, establecer vínculos culturales con las ciudades y pueblos ribereños del Tajo, materializar el Museo de Escultura al Aire Libre, recuperar la festividad de San Ildefonso culminando con la «Noche de la Cultura de los Premios Ciudad de Toledo e impulsar las fiestas locales, es la rápida enumeración de todas las medidas prometidas por los socialistas para nuestra ciudad, junto a propuestas para los distintos barrios

Para finalmente plantear su propia mirada sobre qué debiera ser una política cultural:

¿Conforman estos compromisos la política cultural del ayuntamiento de Toledo? ¿Son coherentes estas grandes propuestas con la filosofía del alcalde de hacer una política pegada a los ciudadanos? Me temo que no. No estoy en contra de las grandes conmemoraciones culturales, y más si sirven para proyectar la imagen de nuestra ciudad o nuestra región en España y en el mundo. Pero las políticas culturales no pueden basarse sólo en grandes exposiciones, en conciertos singulares, en espléndidas publicaciones, en vistosos y propagandísticos concursos, etc. Una política cultural ha de dar respuesta a la vida cotidiana de los ciudadanos, contribuir a su formación permanente y constituir una opción de ocio constructivo. Destinar la mayor parte de los recursos públicos a desarrollar una política cultural de escaparate es un error y una muestra de que una institución o Administración carece en realidad de una política cultural democrática al servicio de toda la comunidad.

Quítese de este párrafo el nombre de la comunidad y colóquese el nombre de cualquiera de nuestras ciudades y tendremos una muestra más o menos precisa del contrapunto entre espectacularidad y largo plazo. Porque el largo plazo aparece cuando el enfoque está puesto en las necesidades del público y no solamente en la foto del funcionario.

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