06 diciembre, 2007

Gestión cultural: actualizar debates

México está viviendo un profundo debate acerca de sus políticas culturales:

El antropólogo Nestor García Canclini, el economista Ernesto Piedras, la investigadora Lourdes Arizpe, el historiador Enrique Florescano, el etnólogo Sergio Raúl Arroyo y el antropólogo Eduardo Nivón, entre la ironía y el desencanto, unos más cercanos al tema que otros, analizaron la situación de la política cultural en México y pusieron sobre la mesa varios punto que, a su decir, debería contener el Plan Nacional de Cultura.

Ya en otras entradas de este blog habíamos recorrido este momento histórico que vive la nación azteca: Debates Mexicanos; Gestión cultural, estado y gobierno: “no se trata de legislar conceptos culturales”.
La nota que estamos citando se titula “Se suben al ring a debatir plan cultural inexistente” ha sido publicada en “El Universal”. Algunos párrafos:

Lourdes Arizpe sostuvo que : “...Primero, que en México se reduce cada vez más la definición de ámbito cultural cuando el tema se está debatiendo a nivel internacional. En segundo lugar, se aplicó a la cultura el modelo de desregularización neoliberal para evitar bloqueos a la expansión del mercado. Y, por último, hay que entender que ya no se puede definir a la política cultural sólo hacia el interior de sus fronteras”. La investigadora esgrimió un cuarto factor fundamental, el cambio climático y la sustentabilidad del planeta, factor que debe incorporarse a la proyección de una nueva política cultural”.

Ernesto Piedras, economista, criticó la orientación neoliberal que le adjudica al gobierno porque “existen sectores que casi no necesitan la intervención del estado, la cultura sí”. Su propuesta principal fue la siguiente: “Bajemos a la cultura del pedestal; conectémosla con el turismo, la educación y la tecnología, sentémosla en mesas de economía y la infraestructura”. En 2003, 7.3 % del PIB provino de este rubro (entendiendo por cultura también a las telecomunicaciones). Esto es, la cultura, si es contemplada en un sentido amplio como propone el economista, constituye una de las principales fuentes de ingreso del país. Vincular cultura y tecnología fue algo que el especialista recalcó mucho, apoyándose en cifras concretas. “En 1991 los mexicanos invertíamos per cápita 111 pesos en tecnología, mientras que en 2007 gastamos 3 mil 509 pesos. Hoy, 49% de la población tiene celular y sólo 4% una línea fija. Lo que debemos entender es que, en el mundo actual, nos apropiamos de la cultura con la tecnología”.

Los debates continúan en torno a cuestiones más prácticas que pueden leerse en la nota original. Nos interesa sí destacar en primer lugar la visibilidad que tiene el debate sobre el plan nacional de cultura de México y el accionar de la CONACULTA.
Nos apropiamos de la cultura con la tecnología” resulta también una frase cuando menos inquietante y que sin embargo compartimos: la cuestión tecnológica debiera estar en el centro de las agendas culturales y, la verdad, no lo estamos viendo así.
Los gestores culturales estamos más preocupados por debates estéticos o estilísticos que por ver qué pasa en la sociedad real y luego nos quejamos del raiting del talk shown de moda.
La idea de conectar “cultura, turismo y tecnología” es esgrimida en México por quienes denuncian al “neoliberalismo” y no estamos seguros de que, en nuestras playas, una idea semejante no sería acusada, precisamente, de neoliberal. Cierto es que el concepto mismo de neoliberalismo está en discusión.
Debates ideológicos aparte, nos parece que quienes hacemos gestión cultural – y las instituciones culturales en general – debiéramos actualizar nuestras agendas mirando un poco más a la sociedad real y sus transformaciones -incluso planetarias- que a los debates teóricos. Los hermanos mexicanos nos llevan en esto la delantera.

No hay comentarios.: